«La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar, sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir.»
El bosque animado
Wenceslao Fernández Flórez

Este paseo por la Fraga de Cecebre (A Coruña), en donde Wenceslao Fernández Flórez se inspiró para su libro El Bosque Animado, quiere ser un recuerdo y homenaje a aquellos momentos en que las luces y los sueños nos rodean y susurran como los árboles de la novela.
Vari Caramés

«La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar, sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir.»
El bosque animado
Wenceslao Fernández Flórez

Este paseo por la Fraga de Cecebre (A Coruña), en donde Wenceslao Fernández Flórez se inspiró para su libro El Bosque Animado, quiere ser un recuerdo y homenaje a aquellos momentos en que las luces y los sueños nos rodean y susurran como los árboles de la novela.
Vari Caramés

VARI CARAMÉS (Ferrol, 1953) vive y trabaja en A Coruña desde 1972.
Su pasión por la fotografía se remonta a cuando tenía catorce años y su padre le regaló una cámara manual Voigtlander. Desde entonces, Vari no ha dejado de dibujar con la luz, regalándonos imágenes poéticas cargadas del misterio y evanescencia que les otorgan las omnipresentes veladuras que las recubren. El resultado es un universo onírico cuyos temas no son más que lo que le rodea y le apasiona: el mar, las piscinas, los animales, objetos cotidianos y funcionales… y al mismo tiempo es también un autorretrato, reflejo de lo visible e invisible. Cazador insaciable de imágenes, poeta visual, afirma que el azar influye hasta cierto punto pero pesa más la intuición y la búsqueda. Su prioridad no es la técnica ya que prefiere los defectos a la perfección. Intenta volver a los orígenes de la fotografía; todo esto le lleva a traspasar la frontera de la misma, acercándose a lo pictórico. Son imágenes atemporales que no se inscriben tampoco en un espacio concreto (sino de ensoñación) cuestiones superfluas para Vari.

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Alejandra Pizarnick

Los recuerdos son siempre borrosos, imprecisos, evanescentes… Tal vez la fotografía sea una buena manera de fijarlos, de retener algún momento para poder contemplar, mirar… <>, insinuaba Mario Benedetti.
Paisajes perdidos en la memoria, lugares donde refrescar esa memoria…
Souvenirs de un álbum en el que me encuentro, me identifica. Lugares a los que siempre vuelvo… Lugares en los que me sorprenden los animales, disfrutar jugando, puentes que cruzar y también el agua, en forma de esa niebla que le encantaba a Torrente Ballester porque desrealizaba y añadía misterio. Fotos de lugares que has soñado pero en los que no has estado nunca. Probablemente ni siquiera existan: se trata de buscar los lugares desde donde hay que ver.
El paisaje que persigo en realidad es metafísico, el espacio etéreo es el que separa lo real de lo recordado, para transportar al espectador a un lugar que parece real pero es una ilusión, un lugar que solo existe en el ojo de la mente, como los recuerdos. Jorge Luis Borges comentaba que cuando uno extraña un lugar lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar: no se extrañan los sitios sino los tiempos.
Es verdad: no puedo evitar caer en esa melancolía, en ese pasatiempo. Intento retenerlos, hacer que sobrevivan momentos que de otra manera se desvanecerían. Seguramente el secreto será acostumbrarse a vivir entre sueños y fantasmas.

Vari Caramés

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Alejandra Pizarnick

Los recuerdos son siempre borrosos, imprecisos, evanescentes… Tal vez la fotografía sea una buena manera de fijarlos, de retener algún momento para poder contemplar, mirar… <>, insinuaba Mario Benedetti.
Paisajes perdidos en la memoria, lugares donde refrescar esa memoria…
Souvenirs de un álbum en el que me encuentro, me identifica. Lugares a los que siempre vuelvo… Lugares en los que me sorprenden los animales, disfrutar jugando, puentes que cruzar y también el agua, en forma de esa niebla que le encantaba a Torrente Ballester porque desrealizaba y añadía misterio. Fotos de lugares que has soñado pero en los que no has estado nunca. Probablemente ni siquiera existan: se trata de buscar los lugares desde donde hay que ver.
El paisaje que persigo en realidad es metafísico, el espacio etéreo es el que separa lo real de lo recordado, para transportar al espectador a un lugar que parece real pero es una ilusión, un lugar que solo existe en el ojo de la mente, como los recuerdos. Jorge Luis Borges comentaba que cuando uno extraña un lugar lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar: no se extrañan los sitios sino los tiempos.
Es verdad: no puedo evitar caer en esa melancolía, en ese pasatiempo. Intento retenerlos, hacer que sobrevivan momentos que de otra manera se desvanecerían. Seguramente el secreto será acostumbrarse a vivir entre sueños y fantasmas.

Vari Caramés

VARI CARAMÉS (Ferrol, 1953) vive y trabaja en A Coruña desde 1972.
Su pasión por la fotografía se remonta a cuando tenía catorce años y su padre le regaló una cámara manual Voigtlander. Desde entonces, Vari no ha dejado de dibujar con la luz, regalándonos imágenes poéticas cargadas del misterio y evanescencia que les otorgan las omnipresentes veladuras que las recubren. El resultado es un universo onírico cuyos temas no son más que lo que le rodea y le apasiona: el mar, las piscinas, los animales, objetos cotidianos y funcionales… y al mismo tiempo es también un autorretrato, reflejo de lo visible e invisible. Cazador insaciable de imágenes, poeta visual, afirma que el azar influye hasta cierto punto pero pesa más la intuición y la búsqueda. Su prioridad no es la técnica ya que prefiere los defectos a la perfección. Intenta volver a los orígenes de la fotografía; todo esto le lleva a traspasar la frontera de la misma, acercándose a lo pictórico. Son imágenes atemporales que no se inscriben tampoco en un espacio concreto (sino de ensoñación) cuestiones superfluas para Vari.

«La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar, sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir.»
El bosque animado
Wenceslao Fernández Flórez

Este paseo por la Fraga de Cecebre (A Coruña), en donde Wenceslao Fernández Flórez se inspiró para su libro El Bosque Animado, quiere ser un recuerdo y homenaje a aquellos momentos en que las luces y los sueños nos rodean y susurran como los árboles de la novela.
Vari Caramés

«La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar, sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir.»
El bosque animado
Wenceslao Fernández Flórez

Este paseo por la Fraga de Cecebre (A Coruña), en donde Wenceslao Fernández Flórez se inspiró para su libro El Bosque Animado, quiere ser un recuerdo y homenaje a aquellos momentos en que las luces y los sueños nos rodean y susurran como los árboles de la novela.
Vari Caramés

Analógica gelatina de bromuro de plata

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Digital, tintas pigmentadas Cansón barytado

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