El interés de Art Photo Bcn hacia el mundo del libro es una constante desde el primer año en que dentro de los visionados se convocó un premio en formato producción de fotolibro y que ha pasado por incorporar el Photobook Market de Fiebre así como realizar diversas actividades para dar a conocer un sector tan interesante como en constante crecimiento. Para esta décima edición hemos desarrollado dos novedades que ayuden a entender este medio que aúna la fotografía y el objeto libro como dispositivo de comunicación y conocimiento. Por un lado el desarrollo de visitas comentadas que iniciamos en la última edición tendrán continuidad y por otro, el señalar a una persona conocedora del medio para comisariar esta sección, buscando entre la gran amplitud de posibilidades los contenidos más novedosos y destacados de las editoriales e iniciativas que producen este tipo de objetos tan específicos. La labor recae sobre Ana Benavent, fotógrafa, docente e integrante del colectivo Can Grapes, lo que le da una visión completa del complejo mundo en que se desarrollan los fotolibros desde la creación a la edición. Le damos la bienvenida y comentamos objetivos y necesidades.
Tu experiencia y formación te dan una visión completa del proceso de edición en formato libro y fanzine. ¿Qué tiene esta corporalidad que le ha robado el corazón a todos los fotógrafos? ¿Qué especificidades tiene que contener un proyecto para ser un buen elemento editorial?
Hoy en día se toman muchísimas fotos con el móvil. Todas las personas llevamos una cámara en el bolsillo y captamos constantemente imágenes que además compartimos, a veces, con cierta compulsividad. Dentro de este mar de imágenes, unas más anecdóticas, otras que forman parte de proyectos pero que se mezclan con vídeos de gatos, fragmentos de entrevistas, imágenes de cerámicas, ilustraciones y selfies, poder parar, salir de las pantallas, y poder coger con tus manos un objeto, hoy, es algo radical y casi subversivo. Si entre esta marabunta de imágenes mezcladas, te puedes parar a mirar un fotolibro, que recoge una idea, algo que ha sido pensado, que se ha tratado con cariño, y que intenta expresar algo concreto, si puedes parar y hacer una inmersión en el mundo de alguien que quiere comunicar algo, hoy, es un regalo.
Para que un proyecto sea un buen elemento editorial, para mí, ha de ser coherente el contenido, la idea, con la forma. Tanto la estética de las imágenes, como en este caso, al ser un fotolibro o un fanzine, el formato y el diseño del objeto.
Tu experiencia como integrante de Can Grapes te ha aportado una trayectoria a la hora de producir fotozines. ¿Qué es el fotozine al lado del fotolibro? Hay proyectos que encajan en un producto o en otro? ¿Que les diferencia?
Descubrir el fanzine me ha dado mucha libertad para poder materializar mis proyectos. Un fotolibro exige más inversión de tiempo, de dinero, de planificación, y posiblemente de personas que colaboren en él (un diseñador o diseñadora, alguien que se ocupe de la impresión, etc). En cambio, la gracia del fanzine, es que la producción no es muy cara (copistería), y el diseño no tiene por qué ser perfecto. Las colaboraciones suelen ser más desinteresadas y la inversión de tiempo también es mucho menor. De esta manera, he podido pasar algunos de mis proyectos a objeto.
Creo que este tema se relaciona con lo comentaba antes, de salir de la pantalla y las miles de imágenes que se mezclan en internet, para destilar un material y llevarlo a algo físico. El fanzine te permite hacer esto aunque no tengas muchos medios y también te permite no tener que ser validada por una editorial para poder publicar.
Para mi, no tiene por qué haber una diferencia a nivel de contenido, entre un fotolibro y un fanzine. Pero sí que es verdad que el fanzine te da unos tiempos más ágiles que te pueden facilitar que una idea que a priori no está tan pensada o no tiene tanto peso, pueda llegar a una publicación. Posiblemente, alguien que ha estado años trabajando en una idea, en un proyecto, en el momento de llevarlo a papel, no querrá hacerlo imprimiendo en una copisteria y grapando las hojas.
Actualmente la autoedición ha sido la respuesta para muchos proyectos que no encontraban un sello que los respaldara. ¿A qué crees que se debe esta proliferación de autoediciones? ¿Tienen los autores más libertad y mejores condiciones autoeditando? ¿Cuál es el papel de la editorial? ¿Cómo ves el futuro de la autoedición versus la relación con las editoriales en este momento de DO It YOURSELF?
La autoedición te permite publicar tus proyectos sin tener que ser validada por una editorial. Para mi, esto se relaciona directamente con la democratización de las imágenes en esta era donde el internet y la tecnología se lo está comiendo todo. Ya no hace falta que alguien, una editorial, una revista, una galería, te reconozca y apueste por ti. Ahora tu misma te puedes publicar, en internet, autoeditándote una publicación, o incluso exponiendo en tu propia casa y creando un evento. Esto permite la visibilidad de mucha más gente y también que tus proyectos lleguen a verse, aunque posiblemente no alcancen tantos lugares como con una editorial.
Las condiciones para publicar, entre una editorial y una autopublicación, no son las mismas. Cuando hay una inversión grande detrás de una publicación y una editorial, por ejemplo, esta publicación podrá llegar a mucha más gente, ya que tienen la infraestructura, el publico etc. Con una autopublicación, podrás ir a ferias de bajo coste, dejarlas en según qué librerías (aunque subiendo el precio para ganar algo), y la ganancia es mínima.
Creo que los dos caminos son interesantes y tienen sus pros y sus contras. No creo que uno sea mejor que el otro, pero no todos los proyectos tienen la opción de publicarse con una editorial y en cambio, en menor o mayor medida, un mayor porcentaje de proyectos sí podrían publicarse con autoedición.
Has estado unos años trabajando para el Espai Català Roca y conocido a muchos autores y autoras de diferentes generaciones e inquietudes. ¿Cómo se desarrolla la relación con el fotolibro desde un espacio como ese? ¿Teníais una programación concreta? ¿Qué aspectos os conectaban con el señalado boom del fotolibro en España?
Es verdad que en el Espai Català-Roca, a Maribel Mata y a mi, nos gustaban mucho los fotolibros (bueno, aun nos gustan). Nos parecen objetos muy especiales y que recogen de una manera alternativa a la exposición, el poder ver y apreciar un proyecto artístico. En el Espai, hacíamos presentaciones de fotolibros siempre que podíamos, y también adquiríamos los que podíamos para tener en nuestra biblioteca. Muchos autores y autoras nos cedían un ejemplar para el espacio, y es un elemento que también usábamos mucho en las clases que impartíamos las dos. A Maribel y a mí nos parece un material básico que tener presente en la programación ya que sí, es un elemento clave en el mundo de la fotografía de hoy.
Cuéntanos un poco sobre el Photobook Market de Art Photo Bcn de esta décima edición. ¿Cómo afrontas el reto de reclutar participantes? Qué es lo que buscas en esas editoriales, colectivos y productoras de objetos fotolibro? ¿Por dónde has empezado a buscar?
Este año son 20 las mesas que pretendemos llenar de fotolibros. Estoy haciendo una búsqueda exhaustiva entre editoriales nacionales y extranjeras, sobre todo europeas. Priorizo sobre todo que la fotografía sea la base de la mayoría de las publicaciones de las editoriales, aunque tampoco me estoy limitando a editoriales que solo publiquen fotolibros. Creo que la fotografía es un material que se puede complementar con otras técnicas y que esto puede ser muy rico para el público que asista a Art Photo Bcn. Por otro lado, tampoco me estoy limitando solo a editoriales, también estoy contactando con autores y autoras que se autopublican para que haya variedad en el contenido del Photobook Market.
Las fechas siempre son un handicap para todo evento. El hecho de coincidir con algunas grandes citas puede ser un problema pero al mismo tiempo el Photobook Market de Art photo Bcn se diferencia de los demás. ¿Nos puedes contar un poco los motivos y el enfoque que le das como comisaria de esta sección?
Nuestro Photobook Market se destaca de otros eventos de fotolibros porque la entrada es muy asequible, casi simbólica, el personal que trabajamos en este festival somos todo personas apasionadas por la fotografía y que tenemos una relación con ella más allá de nuestro trabajo. Por otro lado, el trato con los expositores es personalizado e individualizado totalmente, además, vamos a generar acciones de dinamización y recomendaciones para poder poner en valor a todas las editoriales que participen en el Market. También vamos a proponer presentaciones de fotolibros y de autores, autoras, y editoriales, con tal de visibilizar y dar un espacio para que las que quieran, puedan compartir su idiosincrasia.
La intención de todo market es vender. ¿Cuál es el tipo de estrategia que se lleva a cabo desde Art Photo Bcn para incentivar la venta y el conocimiento de las propuestas que lo componen? ¿Qué le auguras a esta décima edición del festival Art Photo Bcn?
La principal estrategia es captar a gente que le interese la fotografía para que venga al festival. Esto lo hacemos ofreciendo exposiciones y actividades potentes que puedan interesar al público. Cuánta más gente interesada en la fotografía pase por este festival, más ojos pasearán por el Photobook Market y posiblemente acabe habiendo ventas. Por otro lado, la selección de editoriales a las que estoy contactando, también creo que será un reclamo para los asistentes a Art Photo Bcn.
Este es el décimo año que se celebra este evento, que ahora ya se puede decir que está consolidado y que atrae al público. Este hecho, sumado a las nuevas estrategias que se están planteando, creo que auguran un éxito seguro a esta edición del festival.
