6 febrero, 2024

Rita Puig-Serra:

Rita Puig-Serra es una de esas fotógrafas que domina tanto proyectos personales con una voz propia muy característica con encargos comerciales. Su primer proyecto, Where Mimosa Bloom, fue publicado en 2014 por Editions du Lic con una gran repercusión en el circuito nacional e internacional de festivales y eventos fotográficos, así como publicaciones en medios. En 2016 recibió junto a Dani Pujalte la beca 20º Fotopres La Caixa para realizar la obra Good Luck with the Future, otro proyecto de gran impacto. Después trabajó en Hiberticer con Salvi Danés y David Bestué con el apoyo de Terralab.cat. Acaba de publicar su nuevo fotolibro Anatomy of an Oyster con Witty Books, proyecto que resultó ganador de la décima edición de Art Photo Bcn y que será protagonista de la gráfica, así como de un espacio de exposición en la feria del 6 al 9 de junio en el Disseny Hub Barcelona.

Su trabajo se encuentra atravesado por la literatura, gira en torno al concepto de identidad y cómo se redefine a lo largo de nuestra vida. Los textos que salpican su obra requieren de tanta atención o importancia como la impecable imagen que los compone. El imaginario poético de su imagen se reactiva con ellos explorando la esencia de las relaciones humanas y la influencia que el amor, la muerte, la suerte o los recuerdos tienen en la construcción de nosotros mismos. Comentamos con ella algunos aspectos de su trabajo y trayectoria y nos aceramos así a un proyecto tan interesante como necesario.

Enhorabuena Rita, estamos encantados de contar contigo en esta undécima edición. Tu formación es bastante más amplia que la fotográfica. Humanidades y Literatura Comparada es un buen caldo de cultivo para tu forma de hacer. ¿Cómo entra la fotografía en tu vida? ¿En qué momento ideas el conjugar fotografía y escritura de una manera tan fluida y bien orientada? ¿Te has encontrado con trabas entre los puristas de ambos campos o a habido una aceptación orgánica de tus propuestas como un todo indisoluble?

Primero de todo, agradeceros a vosotros el premio y a Copia el premio Copas Wall Award. Estoy muy feliz de formar parte de esta edición y emocionada de poder presentar el proyecto en casa.

La fotografía entró en mi vida por Dani Pujalte diría que alrededor del 2013. Somos amigos de toda la vida y éramos pareja en aquel momento. Él estudiaba Fotografía en el IEFC y yo trabajaba en la editorial Ariel. Le ayudaba con sus trabajos de la escuela, me explicaba lo que hacían en clase y tenía montado un laboratorio en casa donde me enseñó a revelar. Su pasión por lo que estaba estudiando me fue contagiando, hasta que recuerdo un día que, con la boca pequeña, dije que me gustaría hacer un curso de foto porque aquello me estaba entusiasmando mucho.
El primer proyecto que hice, Where Mimosa Bloom, ya empezó como una conjugación de foto y texto. Para mí es algo muy natural, vengo de formación literaria y tanto la escritura como la lectura siempre me han acompañado. Además, mi primer gran referente fue Sophie Calle. Surgió así des del primer proyecto y de forma orgánica ha seguido así en los siguientes. Para mí, uno acompaña y nutre al otro y, aunque el peso importante del proyecto lo tiene la foto, el proyecto no acaba de estar completo sin el texto.

Rita Puig-Serra – ANATOMY OF AN OYSTER

¡También tienes formación en Diseño Gráfico, eres una verdadera mujer orquesta! ¿Qué extraes de tu formación en diseño para tus proyectos fotográficos? ¿Te gusta orquestar todo el proceso o delegas en equipos especializados? ¿Como es trabajar en proyectos de Rita Puig-Serra, un proceso individual y solitario o un proceso de equipo de profesionales?

Estudié un postgrado de Diseño Gráfico mientras trabajaba en Where Mimosa Bloom. Y, de hecho, la maqueta del libro fue el proyecto final del postgrado. Me sentía limitada a la hora de poner en página y quería tener unas nociones. Pero, en realidad, para el resto de libros siempre he contado con diseñadores: Pol Pérez para Good Luck with the Future y Ana Domínguez Studio para Anatomy of an Oyster. Me gusta mucho trabajar en equipo y que los proyectos se enriquezcan, crezcan y se pulan, con la mirada y el trabajo de diseñadores y editores. Generalmente, mis proyectos tienen varios tiempos: un tiempo, el más largo, de la soledad, en el que conceptualizo y disparo las fotos; y otro tiempo de apertura, en el que el proyecto es visto por más ojos y acaba de coger forma.

En tu trayecto podemos ver un baile equilibrado entre autoría compartida y autoría en solitario desde tu yo más profundo con tu propia voz. ¿Cómo se trabaja mejor, sola o acompañada en conceptos autorales? ¿Es el proyecto el que te expone a esta tesitura o decides primero la compañía y luego la temática? ¿Cómo surgen este tipo de co-autorías?

He trabajado con otros autores en dos proyectos: Good Luck with the Future e Hiberticer. En el primer caso, fue con Dani Pujalte. Como he comentado antes, gracias a él empecé con la foto. También me había ayudado muchísimo con Where Mimosa Bloom, con lo que surgió de forma muy natural hacer el siguiente proyecto juntos. Un proyecto que, además, y sin nosotros ser conscientes des del principio, acabó tratando sobre nuestra propia ruptura como pareja. En Hiberticer, trabajé junto a Salvi Danés y David Bestué. En este caso fue por la beca Terralab que, de entrada, tenía el propósito de juntar a dos fotógrafos, que no tenían porque conocerse, para que trabajaran juntos. Luego, la pareja escogía a un tercer autor, que en nuestro caso fue David Bestué, para realizar el proyecto conjuntamente. En ambos casos, he aprendido muchísimo. Me parece fascinante y muy enriquecedor poder ver cómo trabajan otros autores tanto a nivel de conceptualización como de formalización. Y también, compartir formas de trabajar y gestionar hasta donde llega cada uno con sus ideas, para posteriormente ver cómo estas ideas, combinadas con las del otro, cogen vida propia. Sin embargo, para trabajar y profundizar sobre temáticas de mi intimidad, solamente puedo hacerlo sola ya que, justamente, este ejercicio de introspección que me proyecta a realizar un proyecto personal es un camino que necesito hacer en soledad.

Rita Puig-Serra – ANATOMY OF AN OYSTER

Has participado en festivales y eventos fotográficos con proyectos personales e intimistas de temáticas crudas. ¿Como se afrontan desde proyectos salidos tan de dentro la opinión de terceros desde el mundo estrictamente fotográfico? ¿Cómo has podido no perder la ternura y la delicadeza que te caracteriza en un circuito tan rápido deglutiendo autorías y proyectos?

Creo que hay dos recursos que me ayudan muchísimo a la hora de afrontar la opinión de terceros cuando abordo temas personales. El primero, que me anima mucho a lo largo de todo el proceso de creación, antes de que el proyecto vea la luz, sobre todo cuando tengo dudas sobre si continuar o no, es pensar y dar valor a proyectos, libros, películas de otras personas que tratan también temáticas íntimas. Pensar en cómo estas narrativas me han ayudado a mí, me fortalece y me da energía y valor para continuar.
Luego, una vez el proyecto acabado, y esto lo he sentido mucho con Anatomy of an Oyster, darle el valor real que ha tenido para mí todo el proceso me reconforta muchísimo. Al final, independientemente de si el proyecto es recibido de mejor o peor forma, hay algo que permanece intacto que es, justamente, este valor: el cómo me ha ayudado el realizarlo a un nivel más personal, vital. Creo que no perder este foco es básico.

Centrándonos en el proyecto con el que has ganado la décima edición, Anatomy of an Oyster, cuéntanos el germen del proyecto. De donde surge la necesidad de transmitir y cuál es el objetivo final de un proyecto tan intimista y sólido estrechamente conectado con Where Mimosa Bloom, tu anterior proyecto. Cuéntanos lo que tú quieras de ambos procesos.

El proyecto nace de la necesidad de contar aquello que nunca me atreví a explicar a mi madre, que falleció en 2008: los abusos que sufrí en mi familia sin ella saberlo. Where Mimosa Bloom, que había publicado en 2014, es un proyecto de duelo por su muerte. Sentía que allí no había sido sincera del todo; el tema de los abusos había quedado muy arraigado y necesitaba sacarlo también a la luz. Como los libros son la forma que he encontrado para establecer un diálogo con ella, tuve claro que quería hacer uno en el que, de alguna forma, lograra contárserlo, al tiempo que me lo contaba a mí misma. Para ello, necesitaba trazar un relato de lo ocurrido. Cuando se convierte en proyecto, la experiencia pasa a ser como un objeto que se puede colocar en el mundo y del que se puede hablar mejor. Fuera del cuerpo, situada en otro lugar, esta experiencia puede contemplarse desde diferentes ángulos. Y es precisamente esta transformación de la experiencia en un objeto -un libro-, que puede ser revisitado, lo que quería realizar. Al final, buscaba ir muy a dentro, para sacar y colocar fuera.

Tu libro editado con Witty Books destila sobriedad y madurez. Desde el diseño hasta el papel y secuencia transmite una elegancia y un poético acercamiento a una experiencia cruda. Se desprende una hermética verdad que los textos apuntalan sin señalar, como en el caso de las imágenes de archivo familiar y las ejecutadas por ti. ¿En qué se diferencian ambos procesos de ambos proyectos más intimistas?

Como he comentado, Anatomy of an Oyster nace como continuación de Where Mimosa Bloom. Este último acaba con una carta abierta a mi madre que, de alguna forma, he tratado de continuar, aunque de forma fragmentada, con Anatomy of an Oyster. Es, justamente, aquello callado en Where Mimosa Bloom, lo que sentía que quería expresar en Anatomy. Pero necesitaba también mostrar la dificultad de contar una verdad cruda, vergonzosa y dolorosa. Y de aquí, el contar sin contar del todo.
Por otro lado, casi diez años separan un proyecto del otro. Where Mimosa Bloom fue el primer proyecto que desarrollé, al tiempo que aprendía la técnica fotográfica. Creo que el resultado, con todos sus aciertos y errores, evoca honestidad. Pero el libro tiene también algo de ingenuo, un punto naíf, del que hace algo sin saber del todo lo que está haciendo.
Abordé Anatomy of an Oyster desde un punto muy diferente. Para mí era muy importante que destilara también honestidad y verdad, pero se trataba de un desafío muy diferente a Where Mimosa Bloom: diez años después, con todo lo aprendido, vivido y madurado, y con un tema muy duro e incómodo. Tanto la mirada como el punto de partida son otros. Con el primero surgió de forma completamente natural, no era una honestidad buscada. Aquí, he tenido que ir a buscarla y encontrar la manera de formalizarla.

Rita Puig-Serra – ANATOMY OF AN OYSTER

La presencia de los libros te acompaña en tus proyectos fotográficos y más allá. Has trabajado en editoriales desde tus inicios profesionales. ¿Qué poso te ha dejado esta experiencia en las grandes editoriales? ¿Cómo ha sido tu trabajo en Terranova, una de las editoriales más delicadas del panorama nacional? ¿Qué va primero, el libro o el proyecto fotográfico?

Como comentaba al principio, los libros me han acompañado desde siempre. Y, de hecho, mi formación es humanística y literaria y empecé en el mundo profesional trabajando en el mundo editorial: Seix Barral, Planeta Infantil y juvenil, Ariel. Luego vino Terranova, donde fue un sueño poder trabajar: allí pude combinar mis dos grandes pasiones, foto y libros. Conocí a fotógrafos a los que admiro y pude ver su forma de trabajar. Conocí también entonces a Pol Pérez (que diseñó Good Luck with the Future) y a Ana Domínguez (diseñadora de Anatomy of an Oyster). Aprendí muchísimo de Luis Cerveró y de cómo publicar libros maravillosamente editados. Yo estaba acostumbrada a trabajar en una gran editorial, donde todas las funciones están super acotadas y definidas. En Terranova, en cambio, hacía de todo: desde ir a Correos a enviar los libros que se vendían por la web, a la imprenta el día de la impresión de un libro, proponía autores y proyectos que pensaba que podían ser interesantes, iba al depósito a dejar los libros, y también a ferias. Estoy súper agradecida del tiempo que pasé allí y de todo lo aprendido.

En mi caso, siempre va primero el libro. Es decir, pienso des del principio en el formato final como libro. Así, trato de crear una narrativa previa, que luego se ve modificada, pero que para mí es esencial para ir pensando las imágenes que necesita el proyecto. Preparo un listado claro de imágenes que quiero disparar. Y las disparo. Luego, muchas se quedan fuera. De todos modos, durante todo el tiempo que dura el proceso de la creación del proyecto, muchos años por lo general, también disparo en paralelo de forma completamente libre. Y aparecen imágenes que, aunque no estuvieran pensadas ad hoc para ese proyecto, están completamente teñidas por él puesto que se han realizado en un momento en que toda mi energía estaba focalizada en el proyecto. Y muchas veces estas imágenes pasan a formar parte del proyecto también.
El texto lo escribo al final, por lo general. Aunque le he ido dando vueltas mientras disparaba, seleccionaba y demás, me pongo a escribirlo una vez tengo ya la secuencia de imágenes clara.

Para acabar tenemos que hacerte la pregunta de rigor. ¿Qué debe tener una imagen para emocionarte?

La respuesta, creo que también de rigor: diría que verdad.

Mil gracias Rita.

Mil gracias a ti, Isabel 🙂