Pablo Lerma (Barcelona 1986) formado en Bellas Artes es artista visual y docente. Después de autoeditar y trabajar con editoriales como Kris Graves Projects lanza su propio sello con el nombre Meteoro Editions. Ha realizado ya unos cuantos fotolibros muy interesantes y en su trayectoria expositiva destaca su vertiente transversal trasladando su fotografía como una experiencia instalativa completa. Después de estar afincado en NY desde 2013 vuelve al antiguo continente con una experiencia destacada en el circuito internacional. En Art Photo Bcn le damos la bienvenida al equipo para realizar dos interesantes talleres, uno de los cuales con el título PhotoBook Lab I: Prácticas colaborativas y experimentales, va a ser una constante en nuestro programa y que nos llevará a producir un fotolibro colectivo y temático en cada edición de la mano de Pablo y varios autores invitados. Fotolibro que se presentará en el mes de Noviembre después de realizarse con los participantes del taller durante el fin de semana del festival.
Tienes un perfil realmente transversal, fruto de una formación más interdisciplinar y un desarrollo profesional ligado a la fotografía y a la enseñanza. Ahora te embarcas en una nueva aventura editorial pero no cesa tu producción artística. ¿Cómo lo haces? ¿Te sientes como un hombre-orquesta? ¿Con cuál de tus facetas te sientes más identificado?
Creo que vivimos en un momento en el cuál las barreras artísticas se desdibujan en cuanto a las actividades que podemos desarrollar. Muchos de mis compañeros de generación y yo mismo, nos hemos formado en un ámbito determinado pero nuestra trayectoria profesional nos ha llevado a desarrollar y conocer otros ambientes profesionales dentro de las artes. Yo lo concibo como una evolución natural de mis inquietudes.
Siempre he tenido una especial atención por las publicaciones y libros. Recuerdo mis años de secundaria y bachillerato de artes en los que me fascinaba “empaquetar” mis trabajos en forma de dossier o libro. Lo pasaba genial imprimiendo y escogiendo materiales para la encuadernación, aunque recordándolo con la distancia las opciones eran limitadísimas. Después en la Universidad empecé obsesionarme con coleccionar libros de arte, entre los cuáles había algunos con fotografías. Cada vez que viajaba a algún lugar sólo compraba libros como souvenir. Todo eso me llevó a descubrir los libros de fotografía antes de ser llamados fotolibros.
La explosión llegó cuando me trasladé a Nueva York. Allí entré en contacto con una comunidad vibrante de creadores y editores que estaban dispuestos a acogerme y enseñarme sus maneras de trabajo, sus publicaciones y colecciones. Eso me hizo creer en la capacidad de colaboración de una manera muy horizontal y enriquecedora. Algunas de esas personas han sido fundamentales en mi desarrollo profesional: Russet Lederman y Olga Yatskevich de 10×10 Photobooks, Matthew Carson de ICP, Kris Graves de KGProjects, el coleccionista Peter Cohen & Yael Eban, Nicholas Mueller & Catherine Taylor de ITI o la gente de Conveyor Arts entre otros. Siempre es complicado compaginar y conciliar vida profesional y familiar, pero creo que la clave es la organización, determinación y una red de apoyo profesional y afectiva. Es muy importante rodearte de las personas correctas, que valoran y creen en lo que haces.
De esta manera puedes ser persona-orquesta. Y yo sin duda no lo podría hacer sin el apoyo incondicional de mi marido Txema. Creo que desarrollar diferentes actividades en mi vida profesional es indispensable para definir mis intereses. Posiblemente la faceta a la que doy prioridad, siempre que el resto me lo permiten, es a la faceta de creador. Es el motor para que la vertiente de educador y editor fluyan. Pero sin duda, ambas tres son necesarias. Como creador puedo volcar mi experiencia en las clases que imparto, pero eso a la vez me convierte de nuevo en un aprendiz de todo lo que mis alumnos me aportan. Ser editor me pone en el otro lado de la creación, donde puedo aportar a otros artistas mi experiencia y una visión más externa y profesional de su trabajo.
En tus proyectos la constante de la naturaleza y el entorno ha sido protagonista. Parece que la huella humana desaparece, pero en este último proyecto giras completamente hacia la presencia del individuo mediante fotografía de archivo. ¿Responde este cambio a un proceso personal? ¿Te estás reconciliando con la figura humana?
Mis trabajos giran entorno a la idea de desaparición, rastro, la construcción/representación de la memoria y el legado. Aunque en anteriores proyectos y publicaciones ha existido una inclinación muy concreta hacia el paisaje y la naturaleza, el hilo conductor seguía siendo el mismo que trato ahora con los archivos fotográficos. La figura y cuerpo humano como tal no me interesan, pero si me fascina su representación y legado en la historia. Estos últimos años he empezado a mirar hacia la idea de representación de la identidad en relación al individuo y la familia. Ese proceso me ha hecho pasar por mis álbumes familiares pero me ha llevado a focalizar también la atención en imágenes de archivos anónimos. He podido observar de una manera más distante y clínica como nos exponemos, como nos representan y cuál es el rastro de esa representación. La historia, la foto oficial, y el archivo están escritos desde el poder y ese poder ha eliminado muchas formas de representación creando una visión, en muchos casos, unidireccional.
Mi interés en estos proyectos recientes parte de la falta de representación y desaparición de la identidad queer en la historia oficial de la fotografía. Utilizando imágenes de archivos fotográficos anónimos y de instituciones públicas, activo contra-narrativas que sólo existen al interrogar esa historia oficial y sus vacíos de representación. En este momento estoy desarrollando unas piezas a modo de instalación para el proyecto “A Frame of Darkness” donde vínculo la idea de oscuridad y opacidad física del material fotográfico con la representación simbólica de la identidad queer.
Has sido profesor del International Center of Photography (ICP) de NYC y tu experiencia internacional ha sido destacada en cuanto a premios, exposiciones, colaboraciones y publicaciones. ¿Cuál es la clave para dar el salto internacional y no perderse? ¿Cómo se ve la situación nacional desde fuera? ¿Qué impedimentos encuentran los autores y autoras de aquí allí?
Trabajo, humildad y determinación han sido mis claves para poder seguir mi carrera profesional en NYC. Mi caso fue un poco particular, porqué así como muchos de los españoles que conocí en NYC fueron con becas de La Caixa o Fullbright para ampliar sus estudios, yo me fui sin ningún tipo de contacto profesional o educativo, seguí a mi marido. Posiblemente lo que más brilla ahora en mi experiencia profesional en NYC es que soy profesor desde hace 4 años en el International Center of Photography, pero llegar hasta aquí ha sido un camino tortuoso y lleno de competencia extrema.
Algo que siempre menciono cuando la gente me pregunta como siendo español he podido conseguir dar clases en ICP, es que empecé limpiando picas en los laboratorios y atendiendo a alumnos que venían a hacer horas extras de trabajo a la escuela. Siempre tuve claro que estaba capacitado para hacer mas que eso, y si me daban la oportunidad lo demostraría y así pasó. Para no pederse en el salto internacional hay que tener claro donde quieres estar y trabajar para ello sin tener miedo a fallar en el camino.
Desde fuera la situación nacional se ve insostenible. Desgraciadamente siempre se nos valora más fuera, se nos dan más oportunidades. Por contra, dentro de España se sigue mirando hacia fuera en vez de potenciar el valor interior de los creativos que tenemos. Yo siempre me pregunto como es posible que el SFMoMA o el Guggenheim de NYC tengan en sus colecciones algunas de mis publicaciones y ningún museo o institución en España se interese por ellas. No soy el único creador español que vive fuera y se encuentra con situaciones como estas.
Ahora has cambiado tu campamento base de NYC a Amsterdam. ¿Qué balance haces de tu estancia allí? ¿Qué planes de futuro nos puedes contar? ¿Será más fácil verte por aquí? ¿En qué proyectos andas metido?
La experiencia en NYC ha sido fantástica. Ha excedido cualquier expectativa que tuviese al trasladarme allí. Me ha servido para situarme en el contexto y dirigirme hacía nuevos proyectos. Algo que me sorprendió y sigue sorprendiéndome de manera muy positiva es la calidez de la comunidad fotográfica en NYC. En mi experiencia, existe un sentido de comunidad muy fuerte que hace muy sencillo el acceso a la colaboración y el sentido de compartir. De vuelta en Europa, uno de los objetivos es arrancar y afianzar Meteoro Editions con una programación bastante intensa en cuanto a la publicación de libros. Algunos de los artistas con los que colaboraré durante esta primera temporada son: Yael Eban, Martínez Bellido, Alejandra Carles-Tolrà y Jaime Permuth entre otros. Meteoro Editions se gesta con la idea de tender puentes de colaboración entre la editorial, los creadores y demás agentes que ayudan a afianzar la carrera de los artistas publicados.
A parte de la editorial, seguiré dictando varios workshops entre Europa y USA, así cómo varias exposiciones mostraran mi trabajo en Madrid, Helsinki y NYC. Sin duda se me podrá ver más por aquí. Tengo ganas de aportar y sumar mi experiencia profesional al contexto europeo.
Para la sexta edición de Art Photo Bcn has planteado un taller de continuidad en el tiempo, una actividad que queremos que se vaya repitiendo en cada edición resultando cada año un libro colectivo y temático de la mano de varios autores. ¿Cómo planteas esta dinámica? ¿Qué te atrae del trabajo colectivo? ¿No planteas un poco la pérdida del ego del autor? ¿En qué aspectos enriquece esta actividad a los participantes?
Uno de los aspectos más interesantes de este taller es formar un núcleo de trabajo donde el autor desaparece en pos del grupo. La idea es que los creadores que tomen parte de él estén dispuestos a crear trabajos de colaboración con otros autores del taller favoreciendo una sinergia de ideas más que de producción. El taller es un espacio de experimentación colaborativa donde se valorará muchísimo más las ideas e intenciones. Muy a menudo me he encontrado que tanto mis alumnos, como mis colegas y yo mismo, acotamos muchísimo nuestras maneras de crear, producir y trabajar con imágenes. Todavía existen muchos tabúes sobre la autoría y creación, pero existe una realidad que no podemos negar, el hecho de la investigación en el trabajo fotográfico contemporáneo. Cada vez son más los artistas que trabajan con imágenes e incorporan materiales del proceso de investigación al propio proyecto fotográfico al mostrarlo.
Desde este taller animamos a todos los artistas que quieran cursarlo a traer todas esas imágenes que residen en el fondo de un disco duro, de un álbum, recortes de diarios, capturas de pantalla, proyectos inacabados. Queremos que los compartan con el grupo para re-conceptualizarlos colaborativamente y generar nuevos proyectos para la publicación. Buscamos creadores que estén dispuestos a cuestionar y repensar sus procesos de trabajo con la imagen fotográfica en un ambiente de trabajo idóneo. Todo este proceso de trabajo en el taller se llevará a cabo con la excelente colaboración fotógrafos invitados como Mar Martín (Berlín) y Alejandra Carles-Tolrà (Londres). Nuestros invitados aportaran también sus propios materiales fotográficos para guiar y crear piezas colaborativas en conjunción con los participantes.
Para acabar la pregunta de rigor: ¿qué tiene que tener una imagen para que te conmueva?
Concepto, no me interesan las imágenes estéticas. Para mi una imagen que me conmueve es aquella que tiene la capacidad de explicarme una historia y me hace pensar en algo que no está contenido en la propia imagen, sino que transciende más allá de la representación fotográfica.
Plat(t)form 2019 im Fotomuseum Winterthur am 26. und 27. Januar 2019.