Pasión por el arte. Espíritu internacional. Y ganas. Tres elementos que sirvieron a la galerista Isabel Lazáro para poner en pie Art Photo Barcelona, la feria de fotografía emergente que dirige y que, poco a poco, ha sabido hacerse un hueco destacado en el circuito artístico de la ciudad. Hablamos con ella sobre las novedades de esta IV edición, que pasan por mayor internacionalización y una nueva y flamante sede, situada en el palacio decimonónico de la Fundación Enric Miralles.
¿Cómo surgió la idea de crear Art Photo Barcelona?
Me daba vueltas en la cabeza desde hacía tiempo, porque pensaba que había espacio para desarrollar un festival como este en Barcelona. Lo comenté con Paolo Maistri, que fue fundamental, y con Gonzalo Golpe, que me ayudó a limar aspectos del proyecto. Ambos siguen vinculados activamente, lo que es una suerte. También se han incorporado otras piezas clave al equipo, como Ariadna Serra, que se encarga del diseño y la imagen, y Stefano Marchei, en labores de coordinación.
¿Cómo es el salto de la galería a un proyecto de este tipo?
Muy enriquecedor. La experiencia en mi galería, ‘Art Deal Project’, y en otras anteriores en las que he trabajado anteriormente me ha servido para estructurarlo todo pensando en quien participa, tanto galerías, como fotógrafos, escuelas o marcas. Sé bien como quiero que me traten cuando participo en este tipo de eventos (Fotofever Paris, Pinta London, ArtMadrid, Room Art Fair, Jäälphoto…) y procuro que se traslade a Art Photo Bcn: lo importante muchas veces es el nivel humano.
¿Son importantes las ayudas institucionales?
Hoy en día son fundamentales. De momento las económicas no las hemos experimentado, aunque las hemos pedido en varias ocasiones. Sin embargo sí ha llegado ese apoyo en forma de ayuda a la difusión del evento. Nuestro propósito es ir creando lazos con las instituciones para que se decidan a apostar por nosotros: aportamos mucho al circuito artístico de la ciudad y eso seguro que irán valorándolo con el tiempo.
¿Qué es para ti la fotografía emergente?
Es un proceso mucho más amplio que el mero disparo. Y eso es lo que me engancha. Ese trabajo estrecho entre el autor, el editor y hasta el enmarcador me parece fascinante y en cada proyecto aprendo muchísimo. Atrapa ese modo de trabajar en el que se actúa de forma coral, pero sin que el autor pierda su protagonismo y su voz. Lo descubrí gracias a una amiga, la fotógrafa Simona Rota y su serie ‘Big Exit’.
¿Qué tiene que tener una imagen para que te conmueva?
Es muy difícil de determinar. Simplemente te remueve por dentro y no te deja igual. Eso es lo fascinante de la imagen: que te conecta, la haces tuya y te toca en lo más profundo. Pero es difícil hacer un proyecto conceptualmente potente y que se sustente por la imagen adecuada. Eso es precisamente lo que busco en las obras que me gustan y en los proyectos que me interesan.
Tres fotógrafos favoritos emergentes…
Es muy difícil dar solo tres. Sin duda por los que apuesto cada día desde la galería, como Simona Rota, Rocío Verdejo, Paco Puentes, Juan Cobo Escorial, Mar Martín, Victoria Rodríguez o Daniel Garzee. Pero también otros que han participado en Art Photo Bcn y serán mis favoritos allá donde vayan: Juan Margolles, Eva Díez o Shinji Nagabe.
¿Cómo ha ido evolucionando APB?
La feria ha ido creciendo despacio pero con paso firme. El número de expositores ha ido creciendo y también la internacionalización de las propuestas que recibimos. La primera edición fue más underground y resultó ser muy interesante. En las dos siguientes el equipo de trabajo aumentó y este año nos lanzamos a un cambio que nos tiene entusiasmados: el espacio expositivo y docente tendrá lugar en la Fundación Enric Miralles.
¿Cómo es esa sede?
Espectacular. La Fundación Miralles tiene un espacio realmente precioso y nos encaja como un guante. Es un palacio decimonónico muy bien situado y con muchas posibilidades a nivel arquitectónico y el apoyo de la Fundación Miralles seguro nos ayudará a consolidarnos como festival.
¿Qué les dirías a las galerías que se lo estén pensando?
Que se animen. Somos una feria que cuidamos mucho las relaciones y vamos a estrenar un espacio bien preparado a un precio muy dentro de mercado. Barcelona siempre es un escaparate lleno de posibilidades: les damos la mano para entrar en el circuito y que conozcan a sus protagonistas. Eso es algo que pocas ferias pueden hacer, precisamente por lo sobredimensionadas que están. Las posibilidades de rentabilizar su estancia en Art Photo Bcn son muchas.
¿Y a los fotógrafos que quieran presentarse a los visionados?
Que su proyecto va a crecer. Nuestro visionado se hace en forma de mesa redonda con visionadores de ámbitos muy diversos y eso amplía el tipo de comentarios multidisciplinares que se aportan. Hay un cara a cara y el resto de fotógrafos presencian el feedback que se les da a sus compañeros, con lo cual el aprendizaje se amplifica. Este tipo de formato abierto, que se hace en ferias internacionales, enriquece mucho la sesión.
Tres cosas que has aprendido con APB
La importancia del trato cercano y el hecho de que lo importante es hacer las preguntas adecuadas y saber escuchar en lugar de encerrarse en una opinión propia.
De lo que más orgullosa estás es…
De las sinergias que conseguimos crear entre autores, galeristas y público: al final intentamos que se sientan en familia. También el hecho de que hacemos un seguimiento después del evento de todos los que han participado y continuamos apoyándoles. Es maravilloso cuando ves que les hemos servido de algún modo de trampolín. Nos sentimos parte de sus éxitos.
El próximo reto es…
Que esta edición sea un éxito. Y suponga un antes y un después en nuestra trayectoria. Hacia esa dirección estamos dirigiendo nuestra pasión. Esperamos también consolidar nuestra red y hacernos un hueco más amplio en el circuito internacional.
Un deseo
Que todo el que nos visite no se quede indiferente y quiera volver el año que viene.